El 17 de abril de 1978, Mir Ali Akbar Kaibar, destacado militante del Partido Democrático Popular de Afganistán fue asesinado por agentes del gobierno de Daud. Hubo una manifestación de protesta espontánea de más de 10.000 personas. Luego, los dirigentes del PDPA fueron encarcelados, como Nur Mohammad Taraki y Babrak Karmal. Sin embargo, Jafizulá Amín estuvo durante las cinco primeras horas bajo arresto domiciliario, dándole la oportunidad de ordenar un levantamiento de las Fuerzas Armadas. En la noche del 27 al 28 de abril, unidades militares irrumpieron en el palacio en el corazón de Kabul. Con la ayuda de la fuerza aérea, las tropas sublevadas vencieron la resistencia de la Guardia Presidencial. Daud murió durante el ataque.
El 30 de abril de 1978 Nur Mohammad Taraki fue elegido Presidente del Consejo Revolucionario y primer ministro. Si bien el partido estaba amenazado por el fraccionamiento interno (divido en la facción radical Jalq y la moderada Parcham), los líderes buscaron diversos métodos para tratar de reducir a la oposición, ya sea enviándolos como embajadores a países lejanos o mediante el asesinato.
El gobierno de Taraki inició un programa de reformas que eliminó la usura, inició una campaña de alfabetización (por primera vez en las escuelas se enseñó en las lenguas nativas de los alumnos y también asistían mujeres), implantó una muy radical reforma agraria, separación de la religión del Estado, eliminó el cultivo del opio, legalizó los sindicatos y estableció una ley de salario mínimo. También promovió la igualdad de derechos para las mujeres: permiso de no usar velo, permiso de transitar libremente y conducir automóviles, abolición de la dote, integración de mujeres al trabajo y a estudios universitarios, así como a la vida política con cargos públicos (e incluso siete mujeres fueron elegidas al parlamento).
En diciembre de 1978 visitó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, donde firmó el Tratado de Amistad, Buena Vecindad y Cooperación entre la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas y la República Democrática de Afganistán. La URSS le otorgó al gobierno afgano ayuda material y militar. No obstante, los soviéticos no se sentían cómodos con el radicalismo de Taraki y Amín y trataron infructuosamente de promover a izquierdistas moderados.
Sin embargo, cada vez eran más los sectores que se le oponían. Unos, como Ahmed Shah Massoud que estaba al frente de la resistencia clandestina desde el golpe de Daud contra la monarquía. Otros, en oposición al programa de reformas, que era visto como una amenaza para la tradición.
Las manifestaciones violentas de la oposición comenzaron en el verano de 1978 en la ciudad de Nurestán. Otras revueltas -mayoritariamente sin coordinación entre sí- comenzaron a sucederse a lo largo del país, además de periódicos atentados terroristas.
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